Volver a los 3 años
- salvados puntocero
- 23 sept 2017
- 2 Min. de lectura

En todas las charlas sobre creatividad el ponente pregunta "¿Quién de los presentes se considera creativo?" "¿Cuándo os habéis sentido más creativo?" Pues yo no he sido menos y le he hecho esas dos preguntas a mis alumnos. Ante la primera muy pocos se sienten creativos y sobre la segunda, efectivamente, cuando eran niños, es decir, hace dos días. Y los niños más creativo son los de infantil. Así que nos hemos convertido en niños de infantil. "¿Y cual es el el momento del día más divertido?" "¡El recreo!" Pues todo el mundo al recreo.
Literalmente. Hemos salido al patio del instituto (a un lugar discreto). Pero antes de salir les he pedido que se lleven una silla cada uno. En fila india y "en silencio" nos hemos ido. Se oye un comentario "Si cuento esto nadie se lo cree". Y llegamos al patio. "¿A qué jugamos?" "Al corro de la patata", se oye. Y nos ponemos a jugar al corro de la patata dejando un árbol en el centro. Pero un niño se aburre pronto y se cansa de solo dar vueltas. "Hoy hemos aprendido una cosa nueva, las vocales. ¡Vamos a cantar las vocales!" Jugamos cantando las vocales, pero nos aburrimos "¿Cómo lo hacemos ahora?" 21 niños de 3 años no pararían de decir cosas. ¡Lo que cuesta volver a los 3 años! Cuesta arrancar ideas pero al final dimos saltos, fuimos a la pata coja,... Es más fácil volver a los 17 como decía Violeta Parra que a los 3 años.
El siguiente juego fue, por supuesto, jugar al Juego de las Sillas. Ya se lo intuían. Hicimos dos grupos para ir más rápido. Jugamos a juego tradicional, se para la música y el que no se siente sale del grupo y se quita una silla hasta que gane uno. "¿Cómo os lo habéis pasado?" "¿Los ganadores?" "¡Muy bien!" "¿Y los primeros eliminados?" "Bueno, un poco aburridos". Hemos trabajado la competitividad donde uno solo gana y los demás pierden.
Ahora le vamos a dar la vuelta al juego. Cuando para la música todo el mundo se tiene que sentar y en la siguiente ronda se quita una silla pero nadie sale eliminado. Cada vez habrá menos sillas y la misma gente para sentarse. Comienza otra dinámica. Mientras que dan vueltas empiezan a pensar cómo sentarse. Se ayudan unos a otros para que todos se sienten. Incluso va aflorando la creatividad cuando van quedando pocas sillas, algunos se atreven a cambiar el orden de las sillas, que no sean círculos.
Y al final, no queda ninguna silla. "¿Cómo nos sentamos?" Hacemos un círculo y nos sentamos en las rodillas del de atrás. Cuando estemos todos sentados repartiremos el peso de todos. Si alguno no se sienta bien soporta el peso de todos. Todos ayudan para que el de delante se pueda sentar bien. Si alguno falla todos se caen. Este es el trabajo en grupo. Todo el grupo depende del trabajo de todos, si uno falla falla todo el grupo.
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